jueves, 13 de mayo de 2010

CRÓNICA

La Democracia en Crevillent de izquierda a derecha.

Por iniciativa del Ayto. de Crevillent, se organizó la semana pasada, en honor al triunfo de la democracia sobre el sistema totalitario de España, la entrega de diplomas a los distintos alcaldes que Crevillent ha tenido en la historia de la democracia.

El pasado viernes 7, no hubieron disputas ideológicas, económicas, sociales ni políticas, ya que lo único que tenían que hacer es reconocer el trabajo y el deber a la unidad para la democracia y todos los españoles.

Es, sin duda, el reconocimiento a una democracia falsa, de mentiras y promesas falsas. Y todo esto, instigado y promulgado por orden de aquel que ahora es Jefe de Estado y rey impuesto por el dictador Francisco Franco. La promesa de una Transición de la dictadura a la democracia que no se ha llegado a cumplir. Se podría decir que aún estamos en proceso de Transición, ya que los valores de Igualdad, Libertad, Derechos y Deberes establecidos por la "caca" de Constitución de 1978. Una democracia, en la que todos somos iguales, pero que luego, al final del texto constitucional, dice que hay un español inmune ante la ley. Una democracia en la que el poder judicial está sujeto a influencias y presiones de los gobiernos, de corrupción... Una democracia, donde el voto de las personas no es el mismo, donde se pierden votos en el camino, y un diputado de cierto partido político cuesta el doble, e incluso el triple, de lo que le puede costar a otro partido político.

En el día del Viernes 7, dirigentes y simpatizantes comunistas, socialdemócratas y populares, se unieron por una democracia y una constitución de mentiras. Una pena...ésta, y no otra, es la realidad de la política en España, en la que unos, tuvieron que ceder parte de terreno (véase el PCE), para favorecer a otros (véase Alianza Popular, UCD, y S.M. el Rey de España) personalmente, y no para y por los españoles.

1 comentario:

  1. Bien en cuanto a la estructura del texto, aunque es más una columna o un artículo de opinión que una crónica, puesto que la parte informativa es harto escasa, porcentualmente muy inferior a la parte de opinión. En cuanto al contenido, si bien no se ha hecho un referéndum sobre el Rey, sí se ha hecho sobre una constitución que determina la figura del Jefe del Estado, lo cual viene a ser lo mismo, puesto que este sí ha sido aprobado por los ciudadanos y ciudadanas de este país, que en un momento dado han sabido ponerse de acuerdo en las cosas esenciales, después de tantísimos años en eterna disputa, más allá de intereses particulares y partidistas, más allá de intereses de unos pocos, mirando a la globalidad de un país que es plural en tantas y tantas cosas. El afán de una sociedad que regresa indefectiblemente a lugares que ya fueron superados, poniendo al descubierto situaciones que, voluntariamente se quisieron dejar abandonadas y olvidadas para poder edificar un nuevo edificio, conjunto, mano con mano y codo con codo cualquiera que fuera la tendencia de cada españolito, está poniendo en peligro, una vez más, el intento de hacer borrón y cuenta nueva, porque absolutamente nadie está libre de pecado en ese juego. Si la memoria histórica fuera conocer y comprender y no culpar, estaríamos hablando de otra cosa, pero hoy por hoy seguimos buscando culpables, culpables de nosotros mismos, culpables de españoles contra españoles. Comprender, conocer, valorar y poner remedio en el futuro son el camino. Culpar sobre lo acontecido en el pasado no conduce a ningún sitio.

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